Salimos en el Buquebús de Buenos Airesd a las 9:30 del lunes.
Hubo bastante viento pero nada de olas para ese barco.
Llegamos a Colonia y embarcamos en el colectivo para Montevideo, un viaje tranquilo y muy cómodo a través del campo uruguayo que se veia más seco que el año pasado y nos confirman las noticias que hay una sequia preocupante y el gobierno va a tomar medidas para ayudar a los pequeños propietarios ganaderos que tienen explotaciones familiares.
Hubo bastante viento pero nada de olas para ese barco.
Llegamos a Colonia y embarcamos en el colectivo para Montevideo, un viaje tranquilo y muy cómodo a través del campo uruguayo que se veia más seco que el año pasado y nos confirman las noticias que hay una sequia preocupante y el gobierno va a tomar medidas para ayudar a los pequeños propietarios ganaderos que tienen explotaciones familiares.
VISTA DE PUERTO MADERO, BUENOS AIRES
Una vez en Montevideo fuimos al hotelito del año pasado de cuyo nombre no podiamos acordarnos y vereis porque: se llama "Hotel BALFER"... ¿quién puede recordar algo así?... afortunadamente lo encontramos y a pesar de estar lleno el personal tan atento como siempre nos consiguió habitación.
Aprovechamos para ir a almorzar... más carne... y postre "chajá", una maravilla.
Después fuimos a la librería "Puro Verso", otra maravilla a hacer acopio de libros... encontramos incluso uno sobre el islam de Dolors Bramón, de Banyoles...
Por la tarne nos acostamos a hacer la siesta y dormimos como cerdos, nos hemos levantado esta mañana para disfrutar del desayuno del hotel... facturas, huevos, fruta, zumos, café con leche...
Hemos salido luego en colectivo hacia Pocitos y el Puerto de Buceo en busca del barco "Charrúa" en el que nuestro ídolo Eduardo Rejduch estuvo navegando veinte años alrededor del mundo como cuenta en su libro "Hasta donde me lleve el viento".
Llegamos al Puerto de Buceo donde se ubica el "Yacht Club Uruguayo" que no tiene nada que envidiarle a su homólogo argentino... ja ja
de entrada, el guarda de la puerta no puso ningun problema para que entráramos, saludó cordialmente y no pidió ninguna explicación....
En el último pantalán vimos al Charrúa y a Eduardo caminando por la cubierta, le saludamos e inmediatamente nos invitó a entrar y visitar el barco, regalándonos un rato largo de conversación y divertidas anécdotas sobre temas variados.
Un placer conocerle.
OMBÚ, árbol típico junto al estuario del Rio de la Plata, o el Océano.... de camino hacia el Puerto del Buceo
