24.2.11

Rayo

El avión se movía ligeramente con un suave traqueteo provocado por la turbulencia enl aire claro que se forma cuando el viento del norte choca con los pirineos y se eleva.
Una muchacha llorosa se había refugiado en la parte trasera y estaba bastante asustada.
Como la parte de atrás es la que más se mueve ya que tiene la cola pegada en el techo, la invité a sentarse en la parte delantera.
Aunque tenía mucho miedo, estuvo conversando, le preguntamos por su vida y le contamos un montón de cosas para distraerla y que olvidara el pánico. Se calmó, pero seguía sobresaltándose por cualquier movimiento, ruido o traqueteo por suave que fuera.
Decidimos que se sentara en la primera fila frente a mi y asi vería que mientras mi cara no cambiara y yo siguiera sonriendo, era señal que todo estaba bien...

Mientras tanto el avión seguía descendiendo lentamente y comenzaban a sentirse los efectos del viento y la tormenta provocados por la entrada de un frente del que nos avisaron antes de la salida en la información meteorológica . El piloto dijo que si nos autorizaban a entrar lo intentaría mientras se sintiera "cómodo" y en caso contrario iriamos al aeropuerto alternativo que tiene la pista más larga y mejor climatología.
El avión se balanceaba un poco más y se escuchaba la lluvia golpeando suavemente.
Mientras le iba relatando de pie frente a ella lo que estaba ocurriendo –hay más turbulencia al acercarse a tierra, es normal el moviemiento y el ruído y el avión aguanta perfectamente...– se escuchó un golpe seco en la parte delantera como si se hubiera cerrado una puerta o hubierámos golpeado una palangana que volara por el aire y se iluminó la cabina como si alguien hubiese disparado un flash profesional.

Deduje, aunque era la primera vez que me ocurría, que nos había dado un rayo, por lo que cuentan los que lo han vivido, ocurre a menudo y una semana antes entrando al mismo aeropuerto, le pasó a otro avión y después de aterrizar tuvo que estar tres días aparcado mientras le reparaban los desperfectos en los aparatos electrónicos.

La chica puso cara de pánico, interrogándome con los ojos, sin atreverse a gritar pero con la boca totalmente abierta y pensando que eso era el final que había imaginado.
Todo ocurrió en décimas de segundo mientras yo le relataba lo que iba ocurriendo y seguí en el mismo tono neutro, sonriendo – .... el viento es más turbulento cerca del suelo y .... esto, bueno, esto es un rayo que nos ha pegado , bueno, no nos ha pegado, es que entra por delante y se va por detrás y no pasa nada, es muy normal –
toda la gente del avión se quedó en silencio absoluto y se oía el ruido de la lluvia golpeando el fuselaje con más fuerza que antes, y yo seguía hablando como tan normal – y esto que se escucha es lluvia... o granizo, y ...bueno como ya se mueve un poco más y estamos a punto de aterrizar me voy a sentar–

me senté junto a mi compañera y nos miramos los dos muertos de la risa y del susto ... al menos aquello seguía volando, las luces funcionaban y seguramente los instrumentos también, pero lo más divertido fué tomarselo como algo cotidiano... – es que el día que vas y no te pega un rayo, parece que no has volado...–

Ya la chica se calmó porque empezó a mirar por la ventanilla y se veía el suelo... aterrizamos sin mayores problemas y al revisar todo no había ninguna secuela más que un ligero olor a chamusquina...

Así era desde dentro, desde fuera debió ser algo parecido a esto, aunque es otro lugar, otro avión y otro día...

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